20191012 sevilla02
12 de octubre de 2019
SEVILLA
Festival a beneficio de las hermandades del BARATILLO y la ESPERANZA DE TRIANA
 
6 NOVILLOS de
CORTÉS DE MOURA, NÚÑEZ DEL CUVILLO y LÓPEZ GIBAJA
Diego Ventura
Morante de la Puebla
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Cayetano
Pablo Aguado
Jaime González Écija


 
PERERA CONQUISTA SEVILLA
 

Sevilla siempre es Sevilla por encima de las circunstancias. Cuando suena a Sevilla, suena como sólo ella y hoy pasó. Llena hasta rebosar y, lo que es más importante, por un motivo tan especial como ayudar a quienes tanto lo necesitan. En este caso, a quienes ayudan en su incansable labor social las hermandades sevillanas del Baratillo y la Esperanza de Triana. Por eso el lleno de hoy no era cualquier lleno. Ni el día era cualquier día, ni el festival, cualquier festival. Porque todo sucedía en Sevilla, cuyo eco guardaba aún Miguel Ángel Perera perfectamente nítido desde aquella tarde de mayo en la que Sevilla sonó para él como sólo ella suena. Y quería el extremeño oírla igual, sentirla igual. Y sucedió. Porque Perera, a un escalón sólo de cruzar la meta de la temporada, constató en la Maestranza que su momento, que su final de temporada, es deslumbrante. Que Miguel Ángel está feliz se le nota con evidencia palpable a través de la piel transparente que es su vestido de torear.

 

Quería Perera explayarse hoy. Mostrarse en esa plenitud que ha alcanzado. Y lo hizo. Mansito, pero bueno el novillo de Núñez del Cuvillo, al que cuajó con el capote tanto en el recibo como en el quite. Conjugando lo de siempre con lo de tan pocas veces hoy en día, pero que él está empeñado en rescatar en esta temporada íntimamente trascendente para él. Brindó a Sevilla en un guiño de complicidad y en una declaración sincera de admiración a una plaza que late en su horizonte de retos por alcanzar. Y echó rodillas a tierra y toreó en redondo, encajado y hondo, largo y despacio, como si no estuviera de rodillas. E incorporado, fue rasgando muletazo a muletazo, ya por un pitón, ya por otro, en el fondo por extraer del utrero de Cuvillo. Lo hizo definitivamente bueno Miguel Ángel de tanto hacerle las cosas como no fallan cuando se hacen así. Tan despacio, tan templado, tan pulseado, tan inmaculado, tan largo, tan perfecto. Completamente redondo Perera. Gozando de su estado de forma y de inspiración, actualizando la última versión de su concepto, que no para de crecer. Se dejó notar Sevilla con todo su eco, entregada al diestro de Puebla del Prior, y fue verdad que cada muletazo y cada tanda sonaron a más conforme crecía a más la cota máxima de su dimensión impecable. Las luquesinas del final fueron apasionantes de ligadas y de limpias. Incansable, se pasó el torero por la barriga al novillo sin que éste se percatara de que lo hacía porque Miguel Ángel le impuso su mando desde el primer encuentro. Mató pronto y bien y se alzó con las dos orejas y con la consideración de triunfador de un festival, al que vino en lugar de José María Manzanares. A ver quién le pone un pero

Plaza de Toros de SEVILLA. Lleno. Se lidian novillos de CORTÉS DE MOURA, NÚÑEZ DEL CUVILLO y LÓPEZ GIBAJA
 
Diego Ventura: oreja con petición de la segunda
Morante de la Puebla: ovación
Miguel Ángel Perera: dos orejas
Cayetano: ovación
Pablo Aguado: ovación
Jaime González Écija: vuelta al ruedo
 
 
 
MIGU4305.JPG MIGU4306.JPG MIGU4316.JPG MIGU4342.JPG MIGU4349.JPG MIGU4354.JPG MIGU4377.JPG MIGU4392.JPG MIGU4402.JPG MIGU4403.JPG MIGU4410.JPG MIGU4411.JPG MIGU4435.JPG MIGU4483.JPG MIGU4488.JPG MIGU4504.JPG MIGU4512.JPG MIGU4515.JPG MIGU4522.JPG MIGU4527.JPG MIGU4580.JPG MIGU4616.JPG MIGU4619.JPG MIGU4623.JPG MIGU4626.JPG MIGU4627.JPG MIGU4628.JPG MIGU4629.JPG MIGU4667.JPG MIGU4675.JPG MIGU4686.JPG MIGU4694.JPG MIGU4700.JPG MIGU4715.JPG MIGU4717.JPG
 

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12 de octubre de 2019
SEVILLA
Festival a beneficio de las hermandades del BARATILLO y la ESPERANZA DE TRIANA
 
6 NOVILLOS de
CORTÉS DE MOURA, NÚÑEZ DEL CUVILLO y LÓPEZ GIBAJA
Diego Ventura
Morante de la Puebla
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Cayetano
Pablo Aguado
Jaime González Écija


 
PERERA CONQUISTA SEVILLA
 

Sevilla siempre es Sevilla por encima de las circunstancias. Cuando suena a Sevilla, suena como sólo ella y hoy pasó. Llena hasta rebosar y, lo que es más importante, por un motivo tan especial como ayudar a quienes tanto lo necesitan. En este caso, a quienes ayudan en su incansable labor social las hermandades sevillanas del Baratillo y la Esperanza de Triana. Por eso el lleno de hoy no era cualquier lleno. Ni el día era cualquier día, ni el festival, cualquier festival. Porque todo sucedía en Sevilla, cuyo eco guardaba aún Miguel Ángel Perera perfectamente nítido desde aquella tarde de mayo en la que Sevilla sonó para él como sólo ella suena. Y quería el extremeño oírla igual, sentirla igual. Y sucedió. Porque Perera, a un escalón sólo de cruzar la meta de la temporada, constató en la Maestranza que su momento, que su final de temporada, es deslumbrante. Que Miguel Ángel está feliz se le nota con evidencia palpable a través de la piel transparente que es su vestido de torear.

 

Quería Perera explayarse hoy. Mostrarse en esa plenitud que ha alcanzado. Y lo hizo. Mansito, pero bueno el novillo de Núñez del Cuvillo, al que cuajó con el capote tanto en el recibo como en el quite. Conjugando lo de siempre con lo de tan pocas veces hoy en día, pero que él está empeñado en rescatar en esta temporada íntimamente trascendente para él. Brindó a Sevilla en un guiño de complicidad y en una declaración sincera de admiración a una plaza que late en su horizonte de retos por alcanzar. Y echó rodillas a tierra y toreó en redondo, encajado y hondo, largo y despacio, como si no estuviera de rodillas. E incorporado, fue rasgando muletazo a muletazo, ya por un pitón, ya por otro, en el fondo por extraer del utrero de Cuvillo. Lo hizo definitivamente bueno Miguel Ángel de tanto hacerle las cosas como no fallan cuando se hacen así. Tan despacio, tan templado, tan pulseado, tan inmaculado, tan largo, tan perfecto. Completamente redondo Perera. Gozando de su estado de forma y de inspiración, actualizando la última versión de su concepto, que no para de crecer. Se dejó notar Sevilla con todo su eco, entregada al diestro de Puebla del Prior, y fue verdad que cada muletazo y cada tanda sonaron a más conforme crecía a más la cota máxima de su dimensión impecable. Las luquesinas del final fueron apasionantes de ligadas y de limpias. Incansable, se pasó el torero por la barriga al novillo sin que éste se percatara de que lo hacía porque Miguel Ángel le impuso su mando desde el primer encuentro. Mató pronto y bien y se alzó con las dos orejas y con la consideración de triunfador de un festival, al que vino en lugar de José María Manzanares. A ver quién le pone un pero

Plaza de Toros de SEVILLA. Lleno. Se lidian novillos de CORTÉS DE MOURA, NÚÑEZ DEL CUVILLO y LÓPEZ GIBAJA
 
Diego Ventura: oreja con petición de la segunda
Morante de la Puebla: ovación
Miguel Ángel Perera: dos orejas
Cayetano: ovación
Pablo Aguado: ovación
Jaime González Écija: vuelta al ruedo
 
 
 
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