20240821 bilbao002
21 de agosto de 2024 
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de NÚÑEZ DEL CUVILLO
 
Sebastián Castella
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Emilio de Justo
 
Cosas de héroes
 

Sólo los héroes hacen las cosas que hacen los toreros. Por eso los toreros son héroes. Porque, cuando corresponde, cuando llega el momento de cruzar la línea que separa lo humano de lo trascendente, desafían todo horizonte, todo límite, incluso, toda lógica y, además, con la naturalidad de quien tiene asumido en su cabeza y en su corazón que tiene que ser así. Porque es lo que se espera de los toreros. Lo que ellos se deben a sí mismo. Lo que les bulle por dentro. Los que les convierte en héroes. Sólo Miguel Ángel sabe cuánto le ha costado echar adelante la tarde de hoy en una plaza de la importancia, de la seriedad y que, en consecuencia, tanto pesa, como Bilbao. Sólo él sabe cuánto le ha dolido hasta el alma. Pero nadie más que él tuvo claro siempre que, si cabía el milagro, lo obraría. Que para eso es una figura del toreo. Que para eso es un héroe…

 

Porque fue toda la tarde un continuo esfuerzo. Un esfuerzo sobrehumano por momentos y que fue mayor conforme avanzó la tarde, como es lógico. Y que mermó el disfrute de Perera en su segundo, un toro que tuvo clase y profundidad, al que toreó muy templado por ambos pitones en una faena que, a pesar de todo, comenzó de rodillas en los medios. Le costó al toro salir de las suertes y eso le restó transmisión a la composición de Miguel Ángel, que, precisamente por la incidencia de sus lesiones, tampoco pudo rematar los muletazos con esa vuelta de más tan suya, que le diferencia y que le gusta. Pinchó dos veces arriba antes de una gran estocada.

 

Estuvo paciente antes con su primero, un toro desrazado y sin clase, sin transmisión por su lado izquierdo, que fue el menos malo, y desabrido por el derecho, por donde protestó siempre. No se resignó el torero a esas dificultades y, sobre la base de su seguridad, buscó siempre los resortes precisos para, al menos, arrancar multados sueltos donde poder sentirse y que apenas pudieron fluir en un par de naturales de mano baja y trazo lento. El público, algo frío hasta entonces, valoró y reconoció con su ovación el esfuerzo en todos los sentidos de Perera.

Plaza de Toros de BILBAO. Media plaza. Se lidian toros de NÚÑEZ DEL CUVILLO.
 
Sebastián Castella: ovación y ovación
Miguel Ángel Perera: ovación y ovación
Emilio de Justo: oreja y ovación
 
  
20240821-bilbao010.jpg 20240821-bilbao011.jpg 20240821-bilbao012.jpg 20240821-bilbao013.jpg 20240821-bilbao014.jpg 20240821-bilbao015.jpg 20240821-bilbao016.jpg 20240821-bilbao017.jpg 20240821-bilbao018.jpg 20240821-bilbao019.jpg 20240821-bilbao020.jpg 20240821-bilbao021.jpg 20240821-bilbao022.jpg 20240821-bilbao023.jpg 20240821-bilbao024.jpg 20240821-bilbao025.jpg 20240821-bilbao026.jpg
 
 
20240821 bilbao002
21 de agosto de 2024 
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de NÚÑEZ DEL CUVILLO
 
Sebastián Castella
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Emilio de Justo
 
Cosas de héroes
 

Sólo los héroes hacen las cosas que hacen los toreros. Por eso los toreros son héroes. Porque, cuando corresponde, cuando llega el momento de cruzar la línea que separa lo humano de lo trascendente, desafían todo horizonte, todo límite, incluso, toda lógica y, además, con la naturalidad de quien tiene asumido en su cabeza y en su corazón que tiene que ser así. Porque es lo que se espera de los toreros. Lo que ellos se deben a sí mismo. Lo que les bulle por dentro. Los que les convierte en héroes. Sólo Miguel Ángel sabe cuánto le ha costado echar adelante la tarde de hoy en una plaza de la importancia, de la seriedad y que, en consecuencia, tanto pesa, como Bilbao. Sólo él sabe cuánto le ha dolido hasta el alma. Pero nadie más que él tuvo claro siempre que, si cabía el milagro, lo obraría. Que para eso es una figura del toreo. Que para eso es un héroe…

 

Porque fue toda la tarde un continuo esfuerzo. Un esfuerzo sobrehumano por momentos y que fue mayor conforme avanzó la tarde, como es lógico. Y que mermó el disfrute de Perera en su segundo, un toro que tuvo clase y profundidad, al que toreó muy templado por ambos pitones en una faena que, a pesar de todo, comenzó de rodillas en los medios. Le costó al toro salir de las suertes y eso le restó transmisión a la composición de Miguel Ángel, que, precisamente por la incidencia de sus lesiones, tampoco pudo rematar los muletazos con esa vuelta de más tan suya, que le diferencia y que le gusta. Pinchó dos veces arriba antes de una gran estocada.

 

Estuvo paciente antes con su primero, un toro desrazado y sin clase, sin transmisión por su lado izquierdo, que fue el menos malo, y desabrido por el derecho, por donde protestó siempre. No se resignó el torero a esas dificultades y, sobre la base de su seguridad, buscó siempre los resortes precisos para, al menos, arrancar multados sueltos donde poder sentirse y que apenas pudieron fluir en un par de naturales de mano baja y trazo lento. El público, algo frío hasta entonces, valoró y reconoció con su ovación el esfuerzo en todos los sentidos de Perera.

Plaza de Toros de BILBAO. Media plaza. Se lidian toros de NÚÑEZ DEL CUVILLO.
 
Sebastián Castella: ovación y ovación
Miguel Ángel Perera: ovación y ovación
Emilio de Justo: oreja y ovación
 
  
20240821-bilbao010.jpg 20240821-bilbao011.jpg 20240821-bilbao012.jpg 20240821-bilbao013.jpg 20240821-bilbao014.jpg 20240821-bilbao015.jpg 20240821-bilbao016.jpg 20240821-bilbao017.jpg 20240821-bilbao018.jpg 20240821-bilbao019.jpg 20240821-bilbao020.jpg 20240821-bilbao021.jpg 20240821-bilbao022.jpg 20240821-bilbao023.jpg 20240821-bilbao024.jpg 20240821-bilbao025.jpg 20240821-bilbao026.jpg
 
 
Aviso Legal - Política de privacidad
Este sitio utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Aceptar Más información