20230815 calatayud002
15 de agosto de 2023
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de VALDEFRESNO
 
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Jorge Isiegas
 
 
Que veinte años no son nada...
 

Llama la atención que casi veinte años después de su alternativa, Miguel Ángel Perera debutara hoy en Calatayud. Y lo hizo con triunfo a pesar de un trío de toros que, sólo en el último caso, apenas le dio opciones de mostrarse en plenitud. No sólo superior, sino, sobre todo, paciente estuvo el torero de Badajoz. Paciente para no dejar de rascar nunca en el fondo, allá donde estuviera, de sus oponentes para sacarles fuera cuanto llevaran dentro. Del todo imposible fue con el tercero de la tarde, segundo de su par, un toro que, quizá lesionado, pecó de blandura excesiva y con el que Miguel Ángel, incluso, lo trató con mimo de terciopelo para que se viniera arriba sin hallar recompensa alguna.

 

Su faena más amplia llegó frente al quinto, último de su terna. Un toro que sí duró más y que, sin ser un dechado de virtudes, tuvo nobleza. Lo suficiente para que Perera luciera los registros insondables de ese misterio que llaman temple. Y empujó con pulso y tacto al de Valdefresno hacia adelante, a media altura y en línea recta, afianzándolo. Conseguido, tomó la franela con la zurda y construyó dos tandas de trazo largo, ya más exigentes, que el toro se tragó humillando. Lo dicho: ese misterio que llaman temple. Tras cuajarlo por ahí, regresó al toreo en redondo por el lado derecho, muy quieta la planta, encajada la figura y otra vez confiando toda la largura de los muletazos al vuelo de la muñeca. Volvió al natural para torear aún más asentado antes de un arrimón de pies clavados a la arena, que fue la cima de su composición. La remató de una gran estocada y se alzó con las dos orejas y la puerta grande.

 

Pinchó al primero, con el que obró de artesano que no tiene prisas después de un ajustado quite por chicuelinas. Algo molestado por el viento, se hizo como de piedra en las primeras series por la derecha, mandonas y largas. Cambió de mano y cambió también el toro, que se puso a huir, a irse de la pelea. Regresó entonces Miguel Ángel Perera a diestras, pero el de Valdefresno ya no fue igual que en las tandas anteriores. Como se atascó con el acero, recogió una ovación.

Plaza de Toros de CALATAYUD. Tres cuartos de entrada. Se lidian toros de VALDEFRESNO
 
Miguel Ángel Perera: ovación, palmas y dos orejas
Jorge Isiegas: silencio, oreja y palmas
 
 
20230815-calatayud010.jpg 20230815-calatayud011.jpg 20230815-calatayud012.jpg 20230815-calatayud013.jpg 20230815-calatayud014.jpg 20230815-calatayud015.jpg 20230815-calatayud016.jpg 20230815-calatayud017.jpg 20230815-calatayud018.jpg 20230815-calatayud019.jpg 20230815-calatayud020.jpg 20230815-calatayud021.jpg 20230815-calatayud022.jpg  

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15 de agosto de 2023
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de VALDEFRESNO
 
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Jorge Isiegas
 
 
Que veinte años no son nada...
 

Llama la atención que casi veinte años después de su alternativa, Miguel Ángel Perera debutara hoy en Calatayud. Y lo hizo con triunfo a pesar de un trío de toros que, sólo en el último caso, apenas le dio opciones de mostrarse en plenitud. No sólo superior, sino, sobre todo, paciente estuvo el torero de Badajoz. Paciente para no dejar de rascar nunca en el fondo, allá donde estuviera, de sus oponentes para sacarles fuera cuanto llevaran dentro. Del todo imposible fue con el tercero de la tarde, segundo de su par, un toro que, quizá lesionado, pecó de blandura excesiva y con el que Miguel Ángel, incluso, lo trató con mimo de terciopelo para que se viniera arriba sin hallar recompensa alguna.

 

Su faena más amplia llegó frente al quinto, último de su terna. Un toro que sí duró más y que, sin ser un dechado de virtudes, tuvo nobleza. Lo suficiente para que Perera luciera los registros insondables de ese misterio que llaman temple. Y empujó con pulso y tacto al de Valdefresno hacia adelante, a media altura y en línea recta, afianzándolo. Conseguido, tomó la franela con la zurda y construyó dos tandas de trazo largo, ya más exigentes, que el toro se tragó humillando. Lo dicho: ese misterio que llaman temple. Tras cuajarlo por ahí, regresó al toreo en redondo por el lado derecho, muy quieta la planta, encajada la figura y otra vez confiando toda la largura de los muletazos al vuelo de la muñeca. Volvió al natural para torear aún más asentado antes de un arrimón de pies clavados a la arena, que fue la cima de su composición. La remató de una gran estocada y se alzó con las dos orejas y la puerta grande.

 

Pinchó al primero, con el que obró de artesano que no tiene prisas después de un ajustado quite por chicuelinas. Algo molestado por el viento, se hizo como de piedra en las primeras series por la derecha, mandonas y largas. Cambió de mano y cambió también el toro, que se puso a huir, a irse de la pelea. Regresó entonces Miguel Ángel Perera a diestras, pero el de Valdefresno ya no fue igual que en las tandas anteriores. Como se atascó con el acero, recogió una ovación.

Plaza de Toros de CALATAYUD. Tres cuartos de entrada. Se lidian toros de VALDEFRESNO
 
Miguel Ángel Perera: ovación, palmas y dos orejas
Jorge Isiegas: silencio, oreja y palmas
 
 
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