MIGUEL ÁNGEL PARA SIEMPRE DE ALBACETE, ALBACETE PARA SIEMPRE DE PERERA
Objetivo cumplido. Es la sensación que queda después de una tarde tan intensa. Una tarde que empezó mucho antes que hoy. Desde aquel día en que Miguel Ángel decidió que quería darse por entero a Asprona, a su gente y a su causa. De esto hace un año ya. Un año que culmina hoy con la estampa siempre reconfortante del torero yéndose a hombros de la Plaza en verdadero loor de multitudes y a la gente feliz por haber sido testigo y partícipe de tanta generosidad y de tanta entrega. La cara de cansada plenitud de Perera cuando se iba a hombros de Albacete ha sido el mejor broche para una cita que nunca antes en 46 años había encarado nadie en solitario. Miguel Ángel la hizo suya porque sentía que tenía mucho que devolver a Albacete y Albacete le ha recibido, tratado, acompañado y abrazado como uno suyo ya para siempre.
La corrida tuvo de todo, pero, como conclusión, mucho más toreo que resultado final. Ya fuera por los pinchazos siempre inoportunos, sobre todo, tras la hermosa y mecida faena al enclasado tercero, ya por el protagonismo inexplicable del presidente, a quien faltó sensibilidad para medir de otra manera, especialmente, la faena al sexto. Tres orejas finalmente que no hacen justicia a lo realizado por Miguel Ángel, que ha ofrecido una dimensión de Perera en plenitud. Porque nunca ha sido lo que no es. Nunca ha forzado nada que no sintiera. Ninguna apostura. Todo naturalidad. Con el sello, la impronta y la personalidad que le distingue. Entregado muy de verdad como condición innegociable. Variado, valiente, fresco y puro con el capote para firmar, quizá, los pasajes de más transmisión con el tendido. Cierto, medido y templado, muy templado con la muleta para dar a cada toro la faena que tenía y que pedía. Siempre toreando a favor de de los seis. Corrigiendo los defectos de los que llevaban menos por dentro, como primero, segundo, quinto y sexto, y multiplicando, elevando y explotando a la enésima potencia de la belleza la enclasada condición de tercero y cuarto bis. Éste sobre todo, un gran toro de Garcigrande, que ha permitido a Miguel Ángel Perera torear a placer, hundido, disfrutando, gozando, muy por abajo y haciendo de cada serie, de cada muletazo, un dictado sobre cómo es eso de torear...
Al final, objetivo cumplido. Hoy ganó Asprona, ganó la gente que vive en ella, ganó Albacete, ganó el toreo y ganó Perera. Ganó su apuesta y su reto, su empeño personal más que profesional. La que hoy hacía por ayudar a personas que lo necesitan mucho y que ya siempre tendrán en Miguel Ángel Perera a un referente, un héroe y un ídolo. Por tanto, objetivo cumplido.
Plaza de Toros de ALBACETE. Dos tercios de entrada. Se lidian dos toros de FUENTE YMBRO (1º y 6º), LAS RAMBLAS (2º) y GARCIGRANDE (3º, 4º bis y 5º).
Miguel Ángel Perera: oreja, ovación, ovación tras petición, oreja, ovación y oreja con fuerte petición.
Se guardó un minuto de silencio en memoria de El Pana.