EL LADRÓN DE EMBESTIDAS
Un lote sin opciones ha echado al traste todas las expectativas que había sobre Perera para el mano a mano con Castella. El duelo de quietudes ha tenido que aclimatarse a una corrida que sólo ha tenido presencia. Nulos de fuerza todos; nobles en la embestida, algunos. Con opciones de lucimiento, absolutamente ninguno. Hizo quite el extremeño a todos los toros, salvo al quinto.
Recibió Perera a su prmiero con una larga de rodillas, a la que siguió un afarolado, también de hinojos. Sin lugar a dudas, una carta de presentación que venía a indicar que salía al ruedo con los machos bien prietos. Enseguida el toro cantó la gallina de la falta de fuerza. Metió la cabeza por abajo en el peto, pero lo hizo sin ambición. Quitó Miguel Ángel por gaoeneras, rematadas con una media desmayada. Muy bien en banderillas Joselito Gutiérrez y Guillermo Barbero. Quiso Perera torear por abajo, porque el de Zalduendo tomaba bien los vuelos, pero era imposible. El animal salía de cada lance sin poder con su alma. Aún así, hubo pases de tanto temple y calidad, de tanta hondura... Pero la falta de transmisión del toro lo silenciaba todo. Una estocada entera pero desprendida fue el colofón a una faena en la que más que cobrarse embestidas el torero, parecía que las robaba.
Recibió Perera al cuarto con verónicas a pies juntos, pero el toro se venía vencido. Se lo fue sacando a los medios, y el toro no tenía transmisión alguna. Al caballo fue sin fundamento, y con los palos, sólo se empleó en el primer par, muy bien ejecutado y colocado por Juan Sierra. Con la franela sólo se pudieron ver las ganas de Perera, para quien la cara es el espejo del alma. Y su alma, a esas alturas de la tarde, estaba tremendamente contrariada. Una grandísima estocada.
Sólo quedaba un cartucho, y Miguel Ángel apostó al todo. Se fue a la puerta de toriles, donde recibió a "Variable", que no varió ni un ápice en el comportamiento del resto de sus hermanos. Perera quería, pero no hubo forma humana de cambiar el curso de la tarde. El toro ayudó tan poco, que ni siquiera puso de su parte en la suerte suprema.
Plaza de toros Valencia. Tres cuartos de entrada. Se han lidiado toros de Zalduendo. Han saludado en banderillas Javier Ambel y Vicente Herrera en el tercero.
Sebastián Castella: ovación, oreja y ovación.
Miguel Ángel Perera: ovación, silencio y silencio.