13 de julio de 2013
PAMPLONA
Feria de SAN FERMÍN
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
FUENTE YMBRO
Juan José Padilla
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Iván Fandiño
TESÓN Y PUNDONOR DE PERERA
Un torero es torero aunque las cosas se tuerzan, aunque no puedan ser. A pesar de los contratiempos o de tener que bailar con la más fea, Pamplona ha sido testigo de la raza y franqueza de Perera, a quien le tocó en primer lugar una prenda con la que muchos hubieran abreviado. Con su segundo estuvo firmísimo y guerrero. Su lote fue, con gran diferencia, el peor de la tarde. Sin embargo, donde algunos huyen, él se crece. Así se gana el respeto quien es y está en torero.
Corrida de san Fermín fue la de Fuente Ymbro. Muy seria, bien presentada y pareja. Pero con toros de distinto comportamiento. De muy malo fue el que salió de segundo, que si bien pareció un toro muy del tipo de lo que Perera necesita, tras el segundo puyazo tornó en manso hasta rabiar. Puso en aprientos a los banderilleros, que intentaron clavar unas banderillas cuyos arpones debían de estar podridos -así sucedió duante toda la tarde. ¡Menudo petardo!-. Crecido ante la adversidad, se puso el torero en la cara del toro. El animal salía siempre con la cara alta, y mirando bien a su presa. Rebañaba por ambos pitones. Hasta que lo logró. Sufrió Perera un feo revolcón toreando al natural con mucho temple. Gracias a Dios, el tino del de Fuente Ymbro no tuvo consecuencias. El torero estuvo muy firme. Pero allí poca gente se enteró.
El quinto bis, con el hierro de la ganadería titular, no hizo gala al refrán, y tampoco regaló nada. Con el capote fue un tanto más agradecido, pues se dejó manejar con buenos lances a la verónica en los primeros pases de recibo. Estuvo en su sitio Miguel Ángel, tratando de exprimir al toro un jugo que no tenía. Buen conocedor de estas reses, se dejó la piel tratando de dar con la tecla exacta. Los muletazos de recibo hilvanaron cambios de mano hasta que se lo sacó a los medios. Por el pitón derecho, la faena tuvo más ligazón, yendo de menos a más. Por el izquierdo demostró ser imposible, pues se paraba a mitad de cada pase. Optó Perera por no poner distancia entre el toro y él, dejando su cuerpo a merced de un toro noble pero sin calidad. El público, en esta ocasión, lo supo ver, y tras estar muy desacertado con la espada, y aún a pesar de escuchar dos avisos, le hizo salir a los medios a recoger una sonora ovación.
Plaza de toros de PAMPLONA. Lleno. Se lidian toros de Fuente Ymbro.
Juan José Padilla: oreja y oreja con petición de la segunda.
Miguel Ángel Perera: palmas y ovación tras dos avisos.
Iván Fandiño: dos orejas y palmas.