20130809-cartelpontevedra
4 de agosto de 2012
PONTEVEDRA
Feria de la PEREGRINA
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
ALCURRUCÉN
El Juli
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
 
A PERERA LE TOCÓ BAILAR CON LA MÁS FEA
 

Perera, que hizo su presentación en la feria de Pontevedra, lucía un terno grosella y oro, y salió a su primero con el respaldo de una afición muy ilusionada con su presencia en una plaza en la que todavía no se había anunciado tras ocho años de alternativa. El apoyo de la prensa local durante toda la semana había sido impresionante. El primero de su lote salió de toriles luciendo unas altas y astifinas agujas. Castaño de capa. Bonito de hechuras. En los lances con el capote, se mostró desconfiado; tanto, que los parones en seco fueron continuados. Al caballo entró con la cabeza arriba, sin entrega alguna, y se dolió en banderillas.

Así las cosas, y ante un toro que no daba muestra alguna de bondad ni de entrega, el torero comenzó la faena por abajo, tratando de ahormar una embestida bronca. Nada más terminar esa primera serie, el animal hizo por rajarse. Y ahí lo dominó Perera, sabiendo que la única manera de que el toro no huyera era dejando la muleta todo el rato en la cara del oponente. A la hora de matar, el animal se puso complicado, poniendo en apuros al torero, quien tras tres intentonas, al final clavó una estocada entera. La labor quedó en una ovación de un público que se dio cuenta del mérito que había tenido toda la faena.

Y si el tercero fue manso y rajado, lo que cerraba plaza no fue mejor, en el sentido de que no permitió lucimiento alguno. Soso donde los haya, y sin entrega alguna, sólo se empleó un poco en el caballo. Con la muleta, Miguel Ángel Perera puso todo de su parte para sacar agua de un pozo seco. Lo intentó con la izquierda, pero por ahí el animal no tragaba ni uno. De nuevo con la derecha, lo intentó en circulares, pero que tampoco. Sin atinar con la tizona, la faena quedó silenciada.

Plaza de toros de Pontevedra. Tres cuartos de entrada.

Toros de Alcurrucén, bien presentados, de juego desigual, muy manso el tercero y bueno el quinto.

Juan José Padilla: oreja y oreja.

Sebastián Castella: oreja y dos orejas.

Miguel Ángel Perera: ovación y silencio.


 
 
 
 

20130809-cartelpontevedra
4 de agosto de 2012
PONTEVEDRA
Feria de la PEREGRINA
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
ALCURRUCÉN
El Juli
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
 
A PERERA LE TOCÓ BAILAR CON LA MÁS FEA
 

Perera, que hizo su presentación en la feria de Pontevedra, lucía un terno grosella y oro, y salió a su primero con el respaldo de una afición muy ilusionada con su presencia en una plaza en la que todavía no se había anunciado tras ocho años de alternativa. El apoyo de la prensa local durante toda la semana había sido impresionante. El primero de su lote salió de toriles luciendo unas altas y astifinas agujas. Castaño de capa. Bonito de hechuras. En los lances con el capote, se mostró desconfiado; tanto, que los parones en seco fueron continuados. Al caballo entró con la cabeza arriba, sin entrega alguna, y se dolió en banderillas.

Así las cosas, y ante un toro que no daba muestra alguna de bondad ni de entrega, el torero comenzó la faena por abajo, tratando de ahormar una embestida bronca. Nada más terminar esa primera serie, el animal hizo por rajarse. Y ahí lo dominó Perera, sabiendo que la única manera de que el toro no huyera era dejando la muleta todo el rato en la cara del oponente. A la hora de matar, el animal se puso complicado, poniendo en apuros al torero, quien tras tres intentonas, al final clavó una estocada entera. La labor quedó en una ovación de un público que se dio cuenta del mérito que había tenido toda la faena.

Y si el tercero fue manso y rajado, lo que cerraba plaza no fue mejor, en el sentido de que no permitió lucimiento alguno. Soso donde los haya, y sin entrega alguna, sólo se empleó un poco en el caballo. Con la muleta, Miguel Ángel Perera puso todo de su parte para sacar agua de un pozo seco. Lo intentó con la izquierda, pero por ahí el animal no tragaba ni uno. De nuevo con la derecha, lo intentó en circulares, pero que tampoco. Sin atinar con la tizona, la faena quedó silenciada.

Plaza de toros de Pontevedra. Tres cuartos de entrada.

Toros de Alcurrucén, bien presentados, de juego desigual, muy manso el tercero y bueno el quinto.

Juan José Padilla: oreja y oreja.

Sebastián Castella: oreja y dos orejas.

Miguel Ángel Perera: ovación y silencio.


 
 
 
 
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