No tuvo suerte con su lote Miguel Ángel Perera en la inauguración de la plaza de Don Benito, en Badajoz. Los jandillas que le correspondieron no fueron los más aptos para el triunfo, pero el torero se inventó dos faenas y no defraudó a nadie, logrando cortarle una oreja a cada uno de los astados. Estos dos trofeos fueron el pasaporte para salir a hombros de este flamante coso con capacidad para cerca de seis mil personas que se llenó a tope para ver la corrida inaugural.
Al tercero de la tarde lo recibió con excelentes lances, meciéndose en cada verónica, ajustándose al toro cada vez más. El castigo en el caballo fue mínimo. A Perera le había gustado su enemigo y queria cuidarlo. En el quite citó para torear por espaldinas y lo bordó, rematando con una templada revolera.
Comenzó la faena con dos pases cambiados por la espalda, ligados y sin inmutarse. En la primera serie el toro se cayó en el remate y a partir de ese momento lo acusó a pesar de que Perera lo trató con mimo.
El público dejó de darle importancia pero Perera siguió a lo suyo y le sacó todo el partido toreándolo con pulso por el lado izquierdo. Fue muy meritorio sacarle tanto partido a un toro tan flojo con el que acabó literalmente metido entre los pitones. Mató de estocada entera y cortó una oreja con petición de la segunda.
Al sexto lo recibió con preciosos lances rodilla en tierra y de nuevo se ocupó de que no le dieran en el caballo. En banderillas saludaron Juan Sierra y Guillermo Barbero.
Brindó al público pero no encontró virtudes en el de Jandilla, de modo que tuvo que ir haciéndolo, empujándolo hasta donde el toro no quería ir. Lo hizo hasta que el toro no quiso más e incluso se quiso echar.
Perera lo aguantó e incluso de volvió a meter entre los pitones hasta exprimir la última gota. Mató de buena estocada y cortó una oreja.
Plaza de toros de Don Benito (Badajoz). Inauguración de la plaza. Lleno de 'no hay billetes'. Se lidiaron toros de Jandilla, de juego desigual. El segundo fue indultado.
Enrique Ponce, oreja y oreja.
El Juli, dos orejas y rabo simbólicos y oreja
Miguel Ángel Perera, oreja y oreja.
No tuvo suerte con su lote Miguel Ángel Perera en la inauguración de la plaza de Don Benito, en Badajoz. Los jandillas que le correspondieron no fueron los más aptos para el triunfo, pero el torero se inventó dos faenas y no defraudó a nadie, logrando cortarle una oreja a cada uno de los astados. Estos dos trofeos fueron el pasaporte para salir a hombros de este flamante coso con capacidad para cerca de seis mil personas que se llenó a tope para ver la corrida inaugural.
Al tercero de la tarde lo recibió con excelentes lances, meciéndose en cada verónica, ajustándose al toro cada vez más. El castigo en el caballo fue mínimo. A Perera le había gustado su enemigo y queria cuidarlo. En el quite citó para torear por espaldinas y lo bordó, rematando con una templada revolera.
Comenzó la faena con dos pases cambiados por la espalda, ligados y sin inmutarse. En la primera serie el toro se cayó en el remate y a partir de ese momento lo acusó a pesar de que Perera lo trató con mimo.
El público dejó de darle importancia pero Perera siguió a lo suyo y le sacó todo el partido toreándolo con pulso por el lado izquierdo. Fue muy meritorio sacarle tanto partido a un toro tan flojo con el que acabó literalmente metido entre los pitones. Mató de estocada entera y cortó una oreja con petición de la segunda.
Al sexto lo recibió con preciosos lances rodilla en tierra y de nuevo se ocupó de que no le dieran en el caballo. En banderillas saludaron Juan Sierra y Guillermo Barbero.
Brindó al público pero no encontró virtudes en el de Jandilla, de modo que tuvo que ir haciéndolo, empujándolo hasta donde el toro no quería ir. Lo hizo hasta que el toro no quiso más e incluso se quiso echar.
Perera lo aguantó e incluso de volvió a meter entre los pitones hasta exprimir la última gota. Mató de buena estocada y cortó una oreja.
Plaza de toros de Don Benito (Badajoz). Inauguración de la plaza. Lleno de 'no hay billetes'. Se lidiaron toros de Jandilla, de juego desigual. El segundo fue indultado.
Enrique Ponce, oreja y oreja.
El Juli, dos orejas y rabo simbólicos y oreja
Miguel Ángel Perera, oreja y oreja.