Perera, cumbre ante el sexto de la tarde, deja claro que sigue llevando la voz cantante en la plaza. Con convicción, seguridad, mando y poderío ha cuajado una impresionante faena ante el sexto de la tarde. Series largas y de gran firmeza seguridad, valor y sitio tal y como vienen hasta ahora marcando su temporada.

El diestro extremeño vuelve a dominar al toro y realiza una faena de gran firmeza y pureza por ambos pitones que, sorprendentemente y tras un estoconazo, es premiada con tan sólo un apéndice, a pesar de que toda la plaza ha reclamado el segundo.

Perera comienza la faena del primero de su lote en los medios, con su ya habitual pase cambiado por la espalda, con los pies juntos y sin moverse. Bien colocado y con la muleta muy baja, toreando a la velocidad que requiere el toro y abriendo los caminos con unos primeros muletazos en línea recta.

Seguro y firme, sin moverse de los medios y con un toro que va perdiendo fuerzas y que por el izquierdo resultó complicado, firma una faena que remata con una estocada caída pero certera que es premiada con un ovación, a pesar de haber una mayoritaria petición de oreja.

 

Perera, cumbre ante el sexto de la tarde, deja claro que sigue llevando la voz cantante en la plaza. Con convicción, seguridad, mando y poderío ha cuajado una impresionante faena ante el sexto de la tarde. Series largas y de gran firmeza seguridad, valor y sitio tal y como vienen hasta ahora marcando su temporada.

El diestro extremeño vuelve a dominar al toro y realiza una faena de gran firmeza y pureza por ambos pitones que, sorprendentemente y tras un estoconazo, es premiada con tan sólo un apéndice, a pesar de que toda la plaza ha reclamado el segundo.

Perera comienza la faena del primero de su lote en los medios, con su ya habitual pase cambiado por la espalda, con los pies juntos y sin moverse. Bien colocado y con la muleta muy baja, toreando a la velocidad que requiere el toro y abriendo los caminos con unos primeros muletazos en línea recta.

Seguro y firme, sin moverse de los medios y con un toro que va perdiendo fuerzas y que por el izquierdo resultó complicado, firma una faena que remata con una estocada caída pero certera que es premiada con un ovación, a pesar de haber una mayoritaria petición de oreja.