Perera, en la Universidad de Sevilla

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Miguel Ángel Perera ha sido uno de los protagonistas del Seminario de la Cátedra Sánchez Mejías de la Universidad de Sevilla que se ha celebrado estos días. Ante un auditorio lleno de jóvenes estudiantes y aficionados, el torero extremeño compartió mesa con Diego Ventura y Ginés Marín -tres toreros que han abierto este año la Puerta Grande de Las Ventas- y mantuvieron un interesante y sincero debate moderado por la periodista Elena Salamanca.

 

El planteamiento era "El torero: maestría y juventud", si bien su desarrollo fue más allá y se habló de todo un poco, pero siempre desde un prisma de absoluta actualidad, lo que le dio al diálogo entre los toreros un cariz especialmente interesante. Porque primero analizaron las claves de sus respectivas temporadas para, a continuación, ir entrando en asuntos como la relación de otros ámbitos de la sociedad con el toreo y con los toreros, la incidencia de las redes sociales o la labor que viene desarrollando la Fundación del Toro de Lidia y las expectativas que el sector ha puesto en este órgano. En general, se pusieron sobre la mesa aspectos como el temor que tienen tantas personalidades de relieve de nuestro país a expresar su afición a los toros, las ventajas a nivel de promoción que tienen las redes sociales, pero también como éstas ofrecen una especie de barra libre a la falta de respeto y cómo es necesario que los profesionales taurinos se identifiquen y se impliquen más en la labor encargada a la Fundación del Toro de Lidia y a la defensa misma, desde los valores, la comunicación y la justicia, de la Tauromaquia.

 

En concreto, Miguel Ángel Perera se detuvo en su gran triunfo del pasado 30 de septiembre en Madrid para reconocer que "en efecto, aquello fue como hablar con Dios y que me respondiera. Fue una tarde perfecta, de ésas que se tienen que dar en Madrid para triunfar en esa plaza de la forma que lo pude hacer yo. Fue la culminación a la temporada mas dura de mi vida, pero también la que mayor satisfacción personal me deja". El diestro explicó el proceso personal que le ha llevado a abandonar su presencia en las redes sociales -"era estar demasiado en el escaparate, que cualquier persona pudiera saber de ti y decirte cómo tienes que hacer las cosas"- y el valor reafirmado esta temporada de su apuesta por llevar un camino profesional independiente y las dificultades también que ello le reporta. Expuso, además, su preocupación por la distancia que los medios generalistas han puesto con respecto al toreo -"salvo honrosas excepciones, no nos consideran"- e insistió en su convencimiento de que la tarea de garantizar la pervivencia de la Fiesta en medio de la sociedad actual "es tarea de todos. Pero de todos a la vez, no de los mismos de siempre".

 

Organizado por el profesor Juan Carlos Gil González, este Seminario de la Cátedra Sánchez Mejías se manifiesta un curso más como uno de los foros más importantes del toreo en el ámbito cultural en general y universitario en particular. Su programación ha girado en torno a la relación de la Generación del 27 con los toros y ha contado con la presencia de personalidades tan relevantes como los escritores Luis García Montero y Carlos Marzal, el periodista Juan José Téllez, los empresarios Rui Bento Vázquez, Mariano Pascal y Jorge Buendía, además de los toreros ya mencionados. El seminario fue clausurado por el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, quien mostró una vez más su decidido respaldo a la presencia de Tauromaquia en la vida académica. 

Perera, en la Universidad de Sevilla

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Miguel Ángel Perera ha sido uno de los protagonistas del Seminario de la Cátedra Sánchez Mejías de la Universidad de Sevilla que se ha celebrado estos días. Ante un auditorio lleno de jóvenes estudiantes y aficionados, el torero extremeño compartió mesa con Diego Ventura y Ginés Marín -tres toreros que han abierto este año la Puerta Grande de Las Ventas- y mantuvieron un interesante y sincero debate moderado por la periodista Elena Salamanca.

 

El planteamiento era "El torero: maestría y juventud", si bien su desarrollo fue más allá y se habló de todo un poco, pero siempre desde un prisma de absoluta actualidad, lo que le dio al diálogo entre los toreros un cariz especialmente interesante. Porque primero analizaron las claves de sus respectivas temporadas para, a continuación, ir entrando en asuntos como la relación de otros ámbitos de la sociedad con el toreo y con los toreros, la incidencia de las redes sociales o la labor que viene desarrollando la Fundación del Toro de Lidia y las expectativas que el sector ha puesto en este órgano. En general, se pusieron sobre la mesa aspectos como el temor que tienen tantas personalidades de relieve de nuestro país a expresar su afición a los toros, las ventajas a nivel de promoción que tienen las redes sociales, pero también como éstas ofrecen una especie de barra libre a la falta de respeto y cómo es necesario que los profesionales taurinos se identifiquen y se impliquen más en la labor encargada a la Fundación del Toro de Lidia y a la defensa misma, desde los valores, la comunicación y la justicia, de la Tauromaquia.

 

En concreto, Miguel Ángel Perera se detuvo en su gran triunfo del pasado 30 de septiembre en Madrid para reconocer que "en efecto, aquello fue como hablar con Dios y que me respondiera. Fue una tarde perfecta, de ésas que se tienen que dar en Madrid para triunfar en esa plaza de la forma que lo pude hacer yo. Fue la culminación a la temporada mas dura de mi vida, pero también la que mayor satisfacción personal me deja". El diestro explicó el proceso personal que le ha llevado a abandonar su presencia en las redes sociales -"era estar demasiado en el escaparate, que cualquier persona pudiera saber de ti y decirte cómo tienes que hacer las cosas"- y el valor reafirmado esta temporada de su apuesta por llevar un camino profesional independiente y las dificultades también que ello le reporta. Expuso, además, su preocupación por la distancia que los medios generalistas han puesto con respecto al toreo -"salvo honrosas excepciones, no nos consideran"- e insistió en su convencimiento de que la tarea de garantizar la pervivencia de la Fiesta en medio de la sociedad actual "es tarea de todos. Pero de todos a la vez, no de los mismos de siempre".

 

Organizado por el profesor Juan Carlos Gil González, este Seminario de la Cátedra Sánchez Mejías se manifiesta un curso más como uno de los foros más importantes del toreo en el ámbito cultural en general y universitario en particular. Su programación ha girado en torno a la relación de la Generación del 27 con los toros y ha contado con la presencia de personalidades tan relevantes como los escritores Luis García Montero y Carlos Marzal, el periodista Juan José Téllez, los empresarios Rui Bento Vázquez, Mariano Pascal y Jorge Buendía, además de los toreros ya mencionados. El seminario fue clausurado por el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, quien mostró una vez más su decidido respaldo a la presencia de Tauromaquia en la vida académica. 

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