castellon
29 de marzo de 2014
Castellón
Feria de la Magdalena
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
ALCURRUCÉN
Sebastián Castella
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
 
SIN NINGÚN TIPO DE OPCIÓN
 
Del todo imposible. Así ha sido el lote de Miguel Ángel Perera, a quien le ha tocado bailar con la más fea. Un primero muy en tipo pero mansurrón y parado en la muleta, y un segundo con un genio áspero y peligroso. Aún con estos ingredientes, la predisposición del torero ha sido absoluta, sin volver la cara, sin dejarse llevar por el desánimo. Al que ha hecho de quinto le ha pegado una estocada hasta la empuñadura, con la que el de Alcurrucén ha rodado sin puntilla.
 
Confiaba el torero en el primero de su lote, pues lo brindó al público. Fue un animal que no permitió lucimiento alguno en los primeros tercios. En el de varas, se fue al picador contrario; en este caso, Paco Doblado, a quien las circunstancias le hicieron que tuviera que picar este toro, que no le correspondía, y el siguiente, que era en el que le tocaba turno. Anduvo impecable Juan Sierra a la brega, y muy osados Joselito Gutiérrez Guillermo Barbero en banderillas, pues en el momento de la reunión, el toro se quedaba parado. 
 
Pero nada de esto fue óbice para que Perera lo cogiera con ganas. La seguridad con la que se puso delante de Lechuguino hizo albergar esperanzas. La primera tanda fue de un temple exquisito, pero a medida que iba pasando el tiempo, el toro iba dando parones que deslucian los muletazos, y que hacían imposible que esa muñeca prodigiosa pudiera enganchar al público con su cadencia. Estocada entera, algo desprendida.
 
El quinto fue un toro que esperó a Perera en cada muletazo. No embestía, daba gañafones. El diestro lo intentó por activa y por pasiva, dando sus muslos a cambio de la más absoluta nada. Ya había cantado la gallina sobre su condición al salir del caballo, de donde huyó, para casi llevarse por delante al extremeño, y que puso al público con el corazón en un puño. Soberbia estocada para pasaportar a Martinete.
Plaza de toros de Castellón. Tres cuartos de entrada en tarde encapotada y muy desapacible a causa del viento. Se han lidiado toros de Alcurrucén. 
 
Sebastián Castella: ovación con saludos y oreja. 
Miguel Ángel Perera: palmas y silencio.
Alejandro Talavante: aplausos y silencio.

 
 
 
 
 

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29 de marzo de 2014
Castellón
Feria de la Magdalena
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
ALCURRUCÉN
Sebastián Castella
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
 
SIN NINGÚN TIPO DE OPCIÓN
 
Del todo imposible. Así ha sido el lote de Miguel Ángel Perera, a quien le ha tocado bailar con la más fea. Un primero muy en tipo pero mansurrón y parado en la muleta, y un segundo con un genio áspero y peligroso. Aún con estos ingredientes, la predisposición del torero ha sido absoluta, sin volver la cara, sin dejarse llevar por el desánimo. Al que ha hecho de quinto le ha pegado una estocada hasta la empuñadura, con la que el de Alcurrucén ha rodado sin puntilla.
 
Confiaba el torero en el primero de su lote, pues lo brindó al público. Fue un animal que no permitió lucimiento alguno en los primeros tercios. En el de varas, se fue al picador contrario; en este caso, Paco Doblado, a quien las circunstancias le hicieron que tuviera que picar este toro, que no le correspondía, y el siguiente, que era en el que le tocaba turno. Anduvo impecable Juan Sierra a la brega, y muy osados Joselito Gutiérrez Guillermo Barbero en banderillas, pues en el momento de la reunión, el toro se quedaba parado. 
 
Pero nada de esto fue óbice para que Perera lo cogiera con ganas. La seguridad con la que se puso delante de Lechuguino hizo albergar esperanzas. La primera tanda fue de un temple exquisito, pero a medida que iba pasando el tiempo, el toro iba dando parones que deslucian los muletazos, y que hacían imposible que esa muñeca prodigiosa pudiera enganchar al público con su cadencia. Estocada entera, algo desprendida.
 
El quinto fue un toro que esperó a Perera en cada muletazo. No embestía, daba gañafones. El diestro lo intentó por activa y por pasiva, dando sus muslos a cambio de la más absoluta nada. Ya había cantado la gallina sobre su condición al salir del caballo, de donde huyó, para casi llevarse por delante al extremeño, y que puso al público con el corazón en un puño. Soberbia estocada para pasaportar a Martinete.
Plaza de toros de Castellón. Tres cuartos de entrada en tarde encapotada y muy desapacible a causa del viento. Se han lidiado toros de Alcurrucén. 
 
Sebastián Castella: ovación con saludos y oreja. 
Miguel Ángel Perera: palmas y silencio.
Alejandro Talavante: aplausos y silencio.

 
 
 
 
 
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