17 de noviembre de 2013
LIMA (PERÚ)
Feria deL SEÑOR DE LOS MILAGROS
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
SAN SEBASTIÁN DE LAS PALMAS
Antonio Ferrera
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
Regreso agridulce de Perera a Lima
A pesar de la buena predisposición de Perera, no ha podido ser. Lo ha intentado todo, pero el mal juego de los toros no ha permitido que las cosas salieran como tenían que haber salido, ya que el torero tenía puestas todas sus ilusiones en poder repetir triunfo en una plaza tan querida por él como es la de Acho.
Ha sido la primera de las corridas del extremaño en América, hasta donde ha viajado con el esportón lleno de triunfos en la temporada española. El público inca estaba con él, y él, con todos ellos. Así lo ha demostrado con el quite a su primero, al que le ha pegado una serie por tafalleras que ha encendido los tendidos. Justito de fuerza y raza llegaba el toro a la muleta, y lo primero que ha hecho ha sido tratar de defenderse. Se ha llevado por delante al torero, pegándole una voltereta muy fea, de la que Perera se ha incorporado dolorido. Aún así, ha vuelto a la cara del animal, para pegarle tandas largas y templadas. Soberbio. No tragaba el bicho por el pitón izquierdo, por lo que el torero ha querido rematar hilvanando otra tanda por el derecho. Pinchazo hondo y estocada. El público, en reconocimiento a su esfuerzo, le ha hecho salir a los medios a saludar una entrañable ovación.
Había pasado Ferrera a la enfermería tras matar al que había abierto plaza, y nada más volver al callejón, ha ido Perera a que el doctor le diera alguna solución a su dolorida espalda. Tras el tiempo correspondiente, salía el torero con la intención de hacerse cargo del quinto. Mientras, el facultativo contaba que Miguel Ángel Perera presentaba una fuerte lumbalgia debido a un fuerte topetazo que había recibido por un toro entrenando estos días de cara a sus compromisos en Lima y México. Lo emplazaba a una resonancia magnética para mañana por la mañana.
Tras el puyazo de Ignacio Rodríguez, volvió Perera a coger el capote por la esclavina, y deleitar a los allí presentes con un quite por chicuelinas. No había espacio entre el toro y él. Remata con una revolera, y pone al público de su parte. De camino al centro del redondel para brindar el toro, saltan gritos de ánimo al torero. Y éste se hace con el animal desde el primer toque, pegándole una tanda de toreo en redondo en la que vaciaba toda la embestida. Así las cosas, el toro se raja y se va a tablas. Desde ahí, labor de enfermería. El toro, desrazado, no quería lucha. Y ahí, pegado a las tablas, le fue sacando muletazos, mientras dejaba sus muslos a merced de los pitones. Otra vez marró con la espada.
Plaza de toros de ACHO-LIMA (Perú). Media entrada. Se lidian toros de la ganadería colombiana de San Sebastián de las Palmas, salvo el cuarto bis, de Juan Bernardo Caicedo.
Antonio Ferrera: silencio y silencio.
Miguel Ángel Perera: ovación con saludos y silencio.
Alejandro Talavante: silencio y silencio.
17 de noviembre de 2013
LIMA (PERÚ)
Feria deL SEÑOR DE LOS MILAGROS
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
SAN SEBASTIÁN DE LAS PALMAS
Antonio Ferrera
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
Regreso agridulce de Perera a Lima
A pesar de la buena predisposición de Perera, no ha podido ser. Lo ha intentado todo, pero el mal juego de los toros no ha permitido que las cosas salieran como tenían que haber salido, ya que el torero tenía puestas todas sus ilusiones en poder repetir triunfo en una plaza tan querida por él como es la de Acho.
Ha sido la primera de las corridas del extremaño en América, hasta donde ha viajado con el esportón lleno de triunfos en la temporada española. El público inca estaba con él, y él, con todos ellos. Así lo ha demostrado con el quite a su primero, al que le ha pegado una serie por tafalleras que ha encendido los tendidos. Justito de fuerza y raza llegaba el toro a la muleta, y lo primero que ha hecho ha sido tratar de defenderse. Se ha llevado por delante al torero, pegándole una voltereta muy fea, de la que Perera se ha incorporado dolorido. Aún así, ha vuelto a la cara del animal, para pegarle tandas largas y templadas. Soberbio. No tragaba el bicho por el pitón izquierdo, por lo que el torero ha querido rematar hilvanando otra tanda por el derecho. Pinchazo hondo y estocada. El público, en reconocimiento a su esfuerzo, le ha hecho salir a los medios a saludar una entrañable ovación.
Había pasado Ferrera a la enfermería tras matar al que había abierto plaza, y nada más volver al callejón, ha ido Perera a que el doctor le diera alguna solución a su dolorida espalda. Tras el tiempo correspondiente, salía el torero con la intención de hacerse cargo del quinto. Mientras, el facultativo contaba que Miguel Ángel Perera presentaba una fuerte lumbalgia debido a un fuerte topetazo que había recibido por un toro entrenando estos días de cara a sus compromisos en Lima y México. Lo emplazaba a una resonancia magnética para mañana por la mañana.
Tras el puyazo de Ignacio Rodríguez, volvió Perera a coger el capote por la esclavina, y deleitar a los allí presentes con un quite por chicuelinas. No había espacio entre el toro y él. Remata con una revolera, y pone al público de su parte. De camino al centro del redondel para brindar el toro, saltan gritos de ánimo al torero. Y éste se hace con el animal desde el primer toque, pegándole una tanda de toreo en redondo en la que vaciaba toda la embestida. Así las cosas, el toro se raja y se va a tablas. Desde ahí, labor de enfermería. El toro, desrazado, no quería lucha. Y ahí, pegado a las tablas, le fue sacando muletazos, mientras dejaba sus muslos a merced de los pitones. Otra vez marró con la espada.
Plaza de toros de ACHO-LIMA (Perú). Media entrada. Se lidian toros de la ganadería colombiana de San Sebastián de las Palmas, salvo el cuarto bis, de Juan Bernardo Caicedo.
Antonio Ferrera: silencio y silencio.
Miguel Ángel Perera: ovación con saludos y silencio.
Alejandro Talavante: silencio y silencio.