Perera, sin pausa

20171111 parralejo02Es invierno, aunque aún sea otoño. Es invierno en el status de los toreros. Ese tiempo de pausa, de descanso, de relax, de cargar las pilas, de disfrutar de la familia y de los amigos, de tomar vacaciones, de hacer lo que por detrás quedó o aquello otro que no se puede llevar a cabo cuando el toro lo absorbe todo. Es invierno, aunque aún sea otoño, pero, entre tantas cosas, torear sigue siendo prioritario para el torero. Torear de otra manera. Sin presión ni prisas. Torear por mantener vivo el pulso y afinada la forma. Más, cuando se terminó como lo hizo Miguel Ángel Perera. Por eso, entre tantas cosas propias de este tiempo de pausa, torear sigue estando en el día a día del torero.

 

Y es que nada para aunque parezca que todo está parado. Es cierto que el ritmo es otro y la exigencia también, pero el torero ni puede si sabe dejar de torear. Precisa del tacto de los avíos, del capote y de la muleta, y del contacto con la bravura. En el campo, en ese laboratorio silencioso que es clave ahora y siempre. En invierno o en plena temporada. El campo es donde el pulso se templa, donde se hallan respuestas a las preguntas y donde se retroalimenta la necesidad espiritual que es ejercer aquello que para lo que se vive. Entre el descanso bien ganado y el disfrute más que anhelado de la familia, Miguel Ángel no pierde el contacto con Perera en el campo y torea. Para mantener vivo ese momento, su momento. En este caso, en El Parralejo, en tierras de la sierra de Aracena, en Huelva. Rebozándose en la nobleza de embestidas sinceras y recreándose en lo sutilmente macizo de su pálpito, del toreo que le fluye, de ése que entusiasmó en este 2017 para el recuerdo. Y todo sigue igual. Lo prueban las imágenes de Miguel López. Todo sigue intacto. Todo sigue en ese punto delicioso de plenitud. A la espera de lo que habrá de venir. Que no será sencillo otra vez. Nunca lo fue. Pero para eso ya está sobradamente preparado Perera. Sin prisa ahora que es invierno aunque aún sea otoño. Pero sin pausa también...

 

 

20171111-parralejo010.jpg 20171111-parralejo011.jpg 20171111-parralejo012.jpg 20171111-parralejo013.jpg 20171111-parralejo014.jpg 20171111-parralejo015.jpg 20171111-parralejo016.jpg 20171111-parralejo017.jpg 20171111-parralejo018.jpg

 

 

Perera, sin pausa

20171111 parralejo02Es invierno, aunque aún sea otoño. Es invierno en el status de los toreros. Ese tiempo de pausa, de descanso, de relax, de cargar las pilas, de disfrutar de la familia y de los amigos, de tomar vacaciones, de hacer lo que por detrás quedó o aquello otro que no se puede llevar a cabo cuando el toro lo absorbe todo. Es invierno, aunque aún sea otoño, pero, entre tantas cosas, torear sigue siendo prioritario para el torero. Torear de otra manera. Sin presión ni prisas. Torear por mantener vivo el pulso y afinada la forma. Más, cuando se terminó como lo hizo Miguel Ángel Perera. Por eso, entre tantas cosas propias de este tiempo de pausa, torear sigue estando en el día a día del torero.

 

Y es que nada para aunque parezca que todo está parado. Es cierto que el ritmo es otro y la exigencia también, pero el torero ni puede si sabe dejar de torear. Precisa del tacto de los avíos, del capote y de la muleta, y del contacto con la bravura. En el campo, en ese laboratorio silencioso que es clave ahora y siempre. En invierno o en plena temporada. El campo es donde el pulso se templa, donde se hallan respuestas a las preguntas y donde se retroalimenta la necesidad espiritual que es ejercer aquello que para lo que se vive. Entre el descanso bien ganado y el disfrute más que anhelado de la familia, Miguel Ángel no pierde el contacto con Perera en el campo y torea. Para mantener vivo ese momento, su momento. En este caso, en El Parralejo, en tierras de la sierra de Aracena, en Huelva. Rebozándose en la nobleza de embestidas sinceras y recreándose en lo sutilmente macizo de su pálpito, del toreo que le fluye, de ése que entusiasmó en este 2017 para el recuerdo. Y todo sigue igual. Lo prueban las imágenes de Miguel López. Todo sigue intacto. Todo sigue en ese punto delicioso de plenitud. A la espera de lo que habrá de venir. Que no será sencillo otra vez. Nunca lo fue. Pero para eso ya está sobradamente preparado Perera. Sin prisa ahora que es invierno aunque aún sea otoño. Pero sin pausa también...

 

 

20171111-parralejo010.jpg 20171111-parralejo011.jpg 20171111-parralejo012.jpg 20171111-parralejo013.jpg 20171111-parralejo014.jpg 20171111-parralejo015.jpg 20171111-parralejo016.jpg 20171111-parralejo017.jpg 20171111-parralejo018.jpg

 

 

Aviso Legal - Política de privacidad
Este sitio utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Aceptar Más información