Miguel Ángel Perera comienza este próximo domingo 5 de marzo su temporada europea tras completar en invierno la campaña americana más larga de su carrera. Sin solución de continuidad, el torero de Badajoz enlaza ambas sin pausa alguna entre ellas. Desde que regresó a España, no ha parado de torear en el campo buscando mantener intactas, incluso, mejores, las sensaciones que se trae de Amércia y ese estado de forma óptimo que le permita encarar el nuevo año.
Porque será un comienzo exigente. Desde la misma cita de Olivenza, por más que sea el patio de su casa. Justo por eso, porque es su casa, Olivenza no es cualquier cita para Miguel Ángel. Entraña una importante dosis de responsabilidad en una feria, además, de tan marcado caracter extremeño y, en concreto, en un cartel como es el que él encabeza y que le lleva a medirse con los dos últimos valores surgidos de la prolífica cantera de Extremadura, como son José Garrido y Ginés Marín. Nada será sencillo el domingo. La competencia, el pulso entre los tres va a ser intenso y Perera va decidido a ganarlo. Además, porque luego vienen Valencia y Sevilla y siempre ayuda encararlas con las mejores sensaciones posibles.
Por todo ello, y porque el torero no se halla si no es toreando, Miguel Ángel Perera no ha parado de torear y de hacer campo. Por ejemplo, en los últimos días ha visitado las ganaderías de Juan Manuel Criado, Puerto de San Lorenzo y Victoriano del Río, entre Salamanca y Madrid. Tentaderos que han servido para afinar el pulso y templar el ánimo ahora que está ya a las puertas de Olivenza.
Miguel Ángel Perera comienza este próximo domingo 5 de marzo su temporada europea tras completar en invierno la campaña americana más larga de su carrera. Sin solución de continuidad, el torero de Badajoz enlaza ambas sin pausa alguna entre ellas. Desde que regresó a España, no ha parado de torear en el campo buscando mantener intactas, incluso, mejores, las sensaciones que se trae de Amércia y ese estado de forma óptimo que le permita encarar el nuevo año.
Porque será un comienzo exigente. Desde la misma cita de Olivenza, por más que sea el patio de su casa. Justo por eso, porque es su casa, Olivenza no es cualquier cita para Miguel Ángel. Entraña una importante dosis de responsabilidad en una feria, además, de tan marcado caracter extremeño y, en concreto, en un cartel como es el que él encabeza y que le lleva a medirse con los dos últimos valores surgidos de la prolífica cantera de Extremadura, como son José Garrido y Ginés Marín. Nada será sencillo el domingo. La competencia, el pulso entre los tres va a ser intenso y Perera va decidido a ganarlo. Además, porque luego vienen Valencia y Sevilla y siempre ayuda encararlas con las mejores sensaciones posibles.
Por todo ello, y porque el torero no se halla si no es toreando, Miguel Ángel Perera no ha parado de torear y de hacer campo. Por ejemplo, en los últimos días ha visitado las ganaderías de Juan Manuel Criado, Puerto de San Lorenzo y Victoriano del Río, entre Salamanca y Madrid. Tentaderos que han servido para afinar el pulso y templar el ánimo ahora que está ya a las puertas de Olivenza.